‘El Pico’: la película que es el trainspotting español

El Pico, de Eloy de la Iglesia, no tiene nada que envidiar a la película de 1996 protagonizada por Ewan McGregor.

El Pico, un film que pertenece al cine quinqui, fue estrenada en 1983. Como sabemos, los años ochenta fueron duros: como las sustancias que se consumían de forma habitual. El film nos relata la historia de dos jóvenes vascos, Paco y Urko, que entran en un círculo vicioso con heroína.

¿Qué es el cine quinqui?

El cine quinqui es un género cinematográfico que relata historias sobre delincuencia o drogas – generalmente en una baja clase social-. Además, escoge a personajes jóvenes o muy jóvenes como en El Pico, donde Paco y Urko tienen apenas diecisiete años cuando empiezan a consumir.

Este género, que conlleva una espiral de delincuencia e inestabilidad constante, cuenta con dos representantes máximos en España. Eloy de la IglesiaEl Pico, El Pico 2, Navajeros o La estanquera de Vallecasse convertirá junto a José Antonio de la Loma – considerado como el padre de este género- en los máximos representantes del cine quinqui.

El Pico

Aunque esta película pertenezca al género, es bastante curioso como Eloy de la Iglesia decide meter a Paco como el hijo de un guardia civil y a Urko como el hijo de un político. Ambos provienen de familias con dinero pero, en tiempos donde ETA estaba muy presente en Bilbao, la historia es protagonizada por el hijo de un jefe de la guardia civil y por el hijo de un político de la izquierda abertzale.

A parte de tratar el problema de las drogas nos introduce de forma sutil esa angustia de la población vasca. Cuando Paco va con su padre a un prostíbulo, el padre cree que va a perder la virginidad mientras que el muchacho va a meterse. El padre se quita la chaqueta, y su pistola se cae al suelo. Lo que eran risas en la sala, cambia drásticamente en angustia y tensión.

La historia, de gran carácter social, cuenta la entrada de los jóvenes en una espiral de drogas, sexo y violencia de la que no consiguen salir. Lo que empieza siendo el trapicheo con hachís acaba en consumir caballo (heroína) – en un principio esnifando y después pinchándose-. A partir de ahí, la evolución de los personajes es clara haciendo que sus actitudes caigan en picado.

Eloy de la Iglesia se coronó en 1983 con esta película creando una crítica social sobre todos estos temas. Sin embargo, esta película apenas es escuchada entre los jóvenes de hoy en día mientras que todos conocen la existencia de Trainspotting.

En mi humilde opinión, considero que la película de Danny Boyle es una magnífica película, pero El Pico tiene aquella esencia que le falta a la película de 1996. Tiene ese carácter histórico, esa relación político-social que nos atrapa y envuelve en aquellos maravillosos ochenta.

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