Woody allen y las vanguardias a medianoche

Midnight in Paris, una película marcada por referencias vanguardistas. 

El film protagonizado por Owen Wilson, Midnight in París, se ha convertido en uno de los referentes artísticos más importantes de la década. Allen, junto a su equipo, consiguió dar vida a Gil, un joven escritor que busca inspiración en la ciudad de París. Una noche, sin comerlo ni beberlo, se verá en una inimaginable aventura junto a celebridades de los años 30. Sin embargo, a pesar de esta magnífica historia, Woody Allen dividirá la actividad del film en tres aspectos.

En primer lugar, creará un tono jocoso llevado a cabo por las propias celebridades como Hemingway o Dalí. En segundo lugar, le dará aquel tono romántico que la propia ciudad de París crea por sí solo; y será ahí donde Rachel McAdams interprete su papel de prometida. Por último, le dará ese toque de anhelo y negación, puesto que Gil, constantemente, estará buscando ese espíritu de escritor creativo propio de la Bohemia Francesa, contrapuesto en todo momento al capitalismo en estado puro. 

Además, estará bañada de referencias artísticas tanto el guion como en las imágenes y fotografía de la misma. Podemos observar cómo, al principio, se nos mostrarán imágenes yuxtapuestas de París. Veremos Notre Dame, la Torre Eiffel, El Arco del Triunfo e, incluso, los Campos Elíseos. Todo, únicamente, para indicarnos a uno de los protagonistas principales, la ciudad de la luz. A continuación, llegarán las demás protagonistas. Es decir, los diferentes movimientos artísticos que se unían en uno solo alrededor de los años 20: las vanguardias.

Desde esa escena en la que aparecen la pareja prometida junto a un lago con nenúfares, podemos asimilar el guiño que crea a Monet. En ese momento es, realmente, cuando el Impresionismo de Monet se empezará a observar por todo el film. Será, esa misma pintura, la que aparezca cuando acudan los protagonistas a un museo. A su vez, también se verán involucrados otros pintores vanguardistas como Pablo Picasso, que sería el precursor del cubismo junto a Georges Braque; la tumba de Auguste Rodin – maestro de Monet-; Matisse, conocido como el representante principal del fovismo; o Dalí, uno de los máximos representantes del surrealismo. 

A pesar de la cantidad de referencias a la pintura vanguardistas, el film expulsa una brutalidad de información literaria. Podríamos decir que la temática del film, de no ser por el compromiso de Gil e Inez, sería el recorrido literario de los escritores favoritos de Gil que le ayudan a encontrar su fe de escritor. Midnight in París podría contarse desde un punto de vista diferente.

En lugar de ser contada desde la perspectiva de Gil, se podría contar desde la perspectiva de los escritores en el momento en el que Gil aparece en sus vidas. Celebridades como Scott y Shelda Fitzgerald, que le dará el toque modernista a la película; Jean Cocteau, que invocará ese toque absurdista de su teatro; o Henry Miller, cuya relación con el protagonista podemos observar a la perfección dado que, Miller al igual que Gil, van a París a perseguir sus sueños y les podemos asemejar con la figura del bohemio. Sin embargo, al personaje que más se le resalta es a Ernest Hemingway, del que se utilizarán continuamente referencias de sus libros y frases más conocidas. 

Uno de los conceptos que Allen crea en la película y que está directamente relacionado con la literatura es el complejo de la Edad de Oro. Al crear este juego de palabras explica que será cuando se posea un pensamiento melancólico y se crea que otra época pasada era mejor que la actual. Esto implicará abrazar continuamente al pasado, vivir sujeto a él y no poder estar nunca satisfecho con lo que se tiene.

Podríamos considerar que este complejo es sacado de grandes clásicos como Frankenstein, donde el protagonista desea volver a la época previa a la creación del monstruo, cuando su familia seguía viva. También de El club de los poetas muertos, cuando uno de los jóvenes protagonistas se da cuenta de que, si no hubiese conocido al profesor, jamás hubiese descubierto su pasión y jamás hubiese sufrido. O como en 1984, donde el protagonista se da cuenta de lo sencillo que era antes de descubrir la verdad. 

Por tanto, Midnight in Paris no solamente está repleta de pequeños filos artísticos; si no que produce que te evadas de las ideas principales de la película y que profundices en aquel concepto que pasa desapercibido. Esta idea, podríamos decir, está sacada de todo el arte que se ha ido creando a lo largo del tiempo y de la historia. Es una magnífica forma de crear cine y una forma perfecta de llevarlo a cabo.

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