Lunática es una investigación periodística sobre la vida de María Isabel, cuya muerte inició la revuelta más importante de prostitutas de Bilbao
María Isabel fue la chispa necesaria para movilizar a todas las prostitutas de Bilbao. La mujer que murió entre llamas y desencadenó en 1977 una huelga entre las trabajadoras sexuales sin precedentes. María Isabel no es pasado, porque su historia ha cobrado vida gracias a Lunática (Libros de K.O, 2022) de Andrea Momoitio.
La periodista narra a través de una exhaustiva investigación los 23 años que vivió María Isabel hasta su muerte en una celda de Basauri. La pobreza, la marginalidad, la prostitución y las leyes franquistas consumieron a la protagonista, quien intentó sobrevivir en un sistema que la repulsaba. Momoitio recuerda en el libro y durante la entrevista por qué escribe: “No escribo para su madre, ni para su familia, ni para su hijo. No escribo para honrar su memoria. Escribo en contra de la historia y del periodismo”.
Pregunta: Antes de hablar sobre María Isabel, este libro es una investigación periodística en toda regla, ¿ha tenido alguna dificultad para poder acceder a las diversas fuentes que aparecen en Lunática?
Respuesta: Ha sido muy complicado todo. Aunque es historia reciente, el barrio en Bilbao donde yo vivo y donde sucedió la huelga ha sufrido muchos cambios de población por la gentrificación, por lo que ha sido muy difícil dar con la gente que estaba entonces. El acceso a fuentes orales ha sido complicado, y a las documentales también. Aunque he aprendido a hacer peticiones para llegar al contenido, ha sido un proceso muy tedioso. En este país no hay mucha voluntad de hacer memoria.
En este país no hay mucha voluntad de hacer memoria
P: Además de las fuentes oficiales y orales también emplea la astrología, ¿cómo se le ocurre usar una carta astral para conocer a María Isabel?
R: Es un poco la gran evidencia de mi obsesión por María Isabel. Tenía muchas ganas de conocerla, de saber quién era, qué le había pasado, cuál eran sus sufrimientos. La documentación institucional es franquista, todo lo que leía sobre ella lo tenía que coger con pinzas y no he podido hablar con muchas personas de su entorno, familia o amigos. Me faltaba una voz que me hablara de ella desde la intimidad, por eso dije ¿y una carta astral? ¿Qué pistas me puede dar? Así intuí algunos rasgos más de la personalidad de María Isabel y me quedé con aquellos que coincidían con lo que me habían contado.
P: Esta obsesión de la que habla al principio, ¿hasta dónde llegó? ¿Iba con una fotografía de María Isabel en la cartera?
R: Sí, sí. La tenía y la tengo de fondo de pantalla y del ordenador. Me he obsesionado completamente con ella. No me da vergüenza reconocerlo.
P: En el libro se habla de varias leyes franquistas, como la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación social, que no fueron derogadas hasta mucho tiempo después, ¿cómo ha sido encontrar estos destellos tan tardíos del franquismo?
R: Es verdad que la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social no fue derogada hasta el 95, pero con los años fueron vaciándola de contenido hasta dejarla totalmente inaplicable. Es muy significativo que hasta tan tarde no se eliminara, porque quiere decir que no se atrevieron hasta esa fecha a deshacerse de una ley tan moralista. Aunque se vayan quitando supuestos, hay que destacar que todos esos colectivos que estaban en el ojo del huracán por esta ley, siguen a día de hoy en el foco.
Las prostitutas, homosexuales, trans, menores no acompañados… Todos esos colectivos siguen en una situación de vulnerabilidad y de violencia institucional muy fuerte
Las mujeres y hombres que ejercen la prostitución, las personas homosexuales, las travestis, las transexuales, los menores no acompañados -la ley recogía también a los menores de 21 años rebeldes de su familia-. Todos esos colectivos siguen a día de hoy en una situación de vulnerabilidad y de violencia institucional muy fuerte, aunque las leyes se hayan ido adaptando a las demandas sociales. Todo lo que se ha cambiado es porque se ha luchado en la calle, eso lo tengo claro.
P: María Isabel tiene una enfermedad psicológica que no consiguen determinar los médicos, ¿cree que en la actualidad se le hubiera tratado de una forma diferente o se le seguiría llamando loca?
R: Sí, se le llamaría loca. La psiquiatría sigue siendo una institución totalmente violenta. En las unidades psiquiátricas se las ata y encierra en contra de su voluntad a día de hoy. Conocemos historias tan desgarradoras como la de Andreas, una chica que entra en un hospital psiquiátrico con una meningitis, que nada tiene que ver con un sufrimiento psicológico. Sin embargo, como su familia tiene antecedentes psiquiátricos, la ingresan y muere atada porque no la creyeron. Hoy, María Isabel, una mujer prostituta, con problemas de salud mental, pobre, estaría en la misma situación que ella.
P: ¿Cómo sería la vida de María Isabel si no hubiera muerto en esa celda de Basauri?
R: Me temo que hubiera vuelto a entrar en la cárcel. Hubiese tenido una vida muy corta. La gente pobre tiene vidas cortas. María Isabel podría haber salido de la cárcel en esa ocasión, pero estaba esperando el traslado al Centro Penitenciario de Yeserías. Igual se hubiera muerto allí, o en la cárcel de San Juan, que era solo de prostitutas. O se hubiera muerto en la calle, o asesinada por un cliente, o se hubiera suicidado. Teniendo en cuenta su trayectoria no había muchas más opciones para ella. No porque ella tuviera alguna particularidad, sino porque le atravesaban algunos ejes de opresión de los que es difícil salir indemne.