Con el pop intimista como melodía, las composiciones de Oro negro de La Helen combinan elementos clásicos con los sonidos más actuales
Oro negro es el EP debut de La Helen, una joven artista emergente que sorprende por su voz y sus sencillas y efectivas composiciones.
Compuesto por cinco canciones inspiradas en la poesía clásica española, Oro negro, combina elementos clásicos con sonidos actuales y una moderna producción. Asimismo, con el pop intimista como base, La Helen, ha querido plasmar en sus letras temas tan variados como el amor o la sociedad actual en la que vivimos.
Osadía, es la primera canción de este EP. Una canción con base de guitarra, pero con muchos sonidos electrónicos y acústicos. Su letra tiene influencias de la literatura de la generación de 27, en concreto del poema Jardín de los frailes de Pedro Salinas. El significado de esta canción va ligada a otra de este EP, Mi señor. Una tema ligeramente aflamencado musicalmente y con aportes electrónicos. En él vuelve a hacer referencia a otro dos poetas como José Ángel Valente o Dámaso Alonso.
Según la propia La Helen, “Mi señor y Osadía hablan de la opresión que nos ejerce el sistema y de la ignorancia e indolencia de la gente que está presa en ella y no hace nada al respeto. Son una llamada de atención, de lucha y de realización”.
Por otro lado, Amor caído, Malboroto y Clemencia son tres canciones que, de una manera u otra, tratan sobre el amor. Así, Amor caído va sobre un amor inesperado, que aparece en nuestras vidas para cambiarlo todo. Una canción con muchos cambios de ritmo y que, nuevamente, hace referencia a Pedro Salinas.
Malboroto se configura como un tema sencillo compuesto con el ukelele. Según la propia cantante, esta canción “habla de cuando te das cuenta de que has desperdiciado esa oportunidad de amor incondicional y pasión extrema con una persona, digamos, de mierda. Es una canción que habla de algo triste, pero que a su vez la música es muy alegre y la letra muy agresiva. Hay esa mezcla porque es así como son las rupturas, una mezcla de emociones”.
Por último, Clemencia tiene un toque clásico con pinceladas de modernidad. En ella, La Helen, habla sobre la incapacidad de vivir sin amor desde la perspectiva de una persona solitaria que, sin querer, conoce al amor y cae rendida.
Esta joven barcelonesa, de veintiún años, ha encontrado en la música y en la poesía la forma de crear un universo propio en el que expresarse.