La ultraderecha sube, los derechos LGTB bajan

Mireya Santiago Notario

La ultraderecha está creciendo a pasos agigantados. Las últimas elecciones generales colocan ya a Vox como tercera fuerza política en el país, por detrás de PSOE y PP.

El partido se ha impuesto esta vez en 278 municipios, pasando de 24 a 52 escaños en el Congreso de los Diputados. Los sondeos ya le coronan como el gran ganador de estas elecciones. Su consolidación como alternativa política en una España democrática, se está normalizando a un ritmo que asusta.

Su líder, Santiago Abascal, se ha abierto camino desde el llamado discurso del odio. Ha sabido coger la crítica situación de Cataluña y la xenofobia, que parecía estar dormida en muchos ciudadanos, para utilizarla a su favor. Así, Abascal promete a sus votantes “protegerles” antes esta débil situación política del momento. En su discurso ofrece una España unida, esa donde no caben inmigrantes, mujeres libres ni muchos menos nadie que se atreva a opinar, ser o querer de una manera diferente a la suya.

¿Qué opina Vox sobre los derechos LGTB?

Nuestro proyecto se resume en la defensa de España, de la familia y de la vida dice Vox en su página oficial, lo que a primera vista suena genial. Sin embargo, en su artículo 70 redacta: Promulgación de una ley orgánica de protección de la familia natural que la reconozca como institución anterior al Estado. El término de familia natural excluye según el partido a parejas lesbianas, parejas gays, madres solteras, padres solteros, etc. Es decir, toda aquella familia que no esté formada por hombre y mujer no debe ser protegida por la ley. Lo que tampoco permitiría casarse a personas homosexuales, ni mucho menos adoptar ya que desnaturaliza la institución constitucional del matrimonio.

Sin embargo, Vox no es el único partido que se ha movido en esta línea. Ana Botella, exalcaldesa de Madrid por el Partido Popular, opinó que tener dos padres causa sufrimiento en los niños.

Vox en su cuenta de Twitter

Siguiendo en este término sobre derechos hacia el colectivo LGTB, el partido de Santiago Abascal reserva también unas líneas en el apartado de salud. Y dice así: Suprimir en la sanidad pública las intervenciones quirúrgicas ajenas a la salud (cambio de género, aborto…). Vox considera que el cambio de género de una persona transexual es básicamente un capricho estético. Cuando este puede causar grandes daños psíquicos en la persona, que a veces les lleva incluso al suicidio.

Los actos del “orgullo gay” son una imposición ideológica, vulneran derechos de los vecinos, normativas municipales y se malversan bienes y dinero de titularidad pública.

El partido de Santiago Abascal sobre la Celebración del Orgullo LGTB.

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