La película de Sonic, el famoso videojuego de Sega, llega al fin a la gran pantalla recuperada de toda polémica.
Fernando Diego
Cuando a principios del año pasado SEGA y Paramount anunciaron que realizarían una película de Sonic, los fans no cabían en su gozo. Hasta que meses después mostraron el trailer y se desató la polémica debido al aspecto del erizo azul más famoso de la historia. Aunque arreglaron esto, retrasando la fecha de estreno, el recuerdo de la polémica quedó en la memoria de los fans como una divertida anécdota. Sensación similar a la que probablemente provoque la película.
La película de Sonic nos ofrece un blockbuster familiar entretenido y ameno con el que pasar el rato. Cabe destacar como algunos de los mejores aspectos positivos la cantidad de referencias que aparecen en la película. Tanto al videojuego original como a la serie animada o incluso a memes. Además de la espectacular actuación de Jim Carrey como Robotnik, en la que muestra que sigue siendo de los mejores actores de comedia del panorama actual. Pero sin duda el mejor aspecto de toda la película es la asombrosa calidad de los efectos visuales, que le dan ese toque fantástico y videojueguil que tanto pide la película. Esta gran calidad de los efectos visuales destaca en las trepidantes carreras y peleas de Sonic contra Robotnik o en el versátil uso que hacen de los icónicos anillos dorados.
Ya que nadie es perfecto, esta película no iba a ser menos. Para empezar, la película contiene un mensaje conformista y moralizante al final que puede descolocar un poco al espectador. Por no hablar de la poca calidad humorística de las bromas que muy de vez en cuando hacían soltar una tímida y culpable carcajada a los presentes. Aunque lo que rebaja la calidad de la película “sonicamente” es la previsibilidad de la trama, la cual no tiene grandes giros ni sorpresa. Esto hace que la película parezca destinada a un público más infantil que los fanáticos adultos del erizo
En conclusión, Sonic es una buena opción si quieres pasar el rato con los más pequeños o con tus amigos. Eso si, siempre y cuando vayas con la idea de salir del cine igual que entraste.