El 28 de Octubre llega este nuevo drama deportivo ambientado en el siglo XIX y que narra los orígenes del boxeo
La forja de un campeón está protagonizada por Russell Crowe (Cinderella Man), Matt Hookings, quién también escribe el guion, y Ray Winstone (Viuda Negra). Estamos ante una película diferente, está ambientada a principios del 1800, en los orígenes del boxeo, por lo que es muy distinta a todo lo que hemos visto últimamente sobre este deporte.
Es un entretenido, pero flojo, biopic sobre Jem Belcher, en el cual se podía haber sacado más partido al personaje de Rusell Crowe teniendo en cuenta que tienes a un pedazo de actor como es él, bastante desaprovechado.
Ficha técnica y sinopsis
Título original: Prizefighter: The Life of Jem Belcher (2022) Reino Unido
Duración: 103 Min
Dirección: Daniel Graham
Guion: Matt Hookings
Reparto: Russell Crowe, Ray Winstone, Matt Hookings, Jodhi May, Marton Csokas, Steven Berkoff, Lucy Martin, Glen Fox
Productora: Camelot Films, Hardman Pictures Distribuidora: Vértice cine
Género: Drama deportivo. Biopic. Boxeo
Sinopsis: Siglo XIX, cuando el boxeo era un deporte de reyes, se alza un joven Jem Belcher queriendo seguir los pasos de su abuelo Jack, consigue el título de campeón de Inglaterra y convirtiéndose así en el campeón más joven de la historia. Esta es su historia, la historia real del nacimiento del boxeo, la forja de un campeón.
Sin duda, los amantes del boxeo disfrutarán de esta película. La forja de un campeón es la historia real de cómo el boxeo pasó de ser un deporte sin reglas, bruto e incivilizado, a lo que es hoy.
Se cree que Jem Belcher fue pionero en usar los guantes de boxeo, además de ser el campeón más joven de Inglaterra de este deporte. Y ese fue su gran problema. Su rápido ascenso al éxito y a la fama le hizo codearse con la nobleza de Inglaterra, tan arraigada a este deporte por aquella época. Pasó de ser un chico humilde y pobre, a verse envuelto entre riquezas y exuberancias, lo que hizo que se olvidara de sus orígenes creyéndose un Dios por encima de los mortales. Y ya le avisó muchas veces su mentor Bill (Ray Winston): “muchacho, en el boxeo lo más importante es la cabeza”. Ese fue su gran error, y su posterior descenso a los infiernos queda muy bien reflejado en la película.
Como principal pega que le pondría, es que se le podría haber sacado más partido al personaje de Russell Crowe. La gente que haya visto la película sabrá a lo que me refiero, ya que tienes a uno de los gordos de Hollywood a tus espaldas, al mismísimo Máximo Décimo Meridio, el de Cinderella man, un todopoderoso y omnipotente Crowe que se come la pantalla cada vez que sale, y me lo desperdicias de esa forma. Mal chicos, muy mal.
Destacaría su elegante fotografía, con un claro uso del color ocre con tonos dorados y sepias, ofreciendo, así, una buena ambientación de la época.
Su banda sonora en momentos me recordó a la de Gladiator, y cuando estaba sentado en mi butaca pensé: ¡Como sea igual de épica que la película de Ridley Scott juro Dios mío que voy andando hasta Inglaterra a besarle los pies al director! Desafortunadamente no fue así, ya que se pierde mucho en su segunda mitad, haciendo que te salgas totalmente de la película y te olvides por un momento del tema central de la película: el boxeo.
Una pena porque podría haber sido algo muy grande e interesante, pero se queda a medio gas y no termina de arrancar. Creo que la propia película se subestima, pues tenía una brutal historia que contar sobre los orígenes del boxeo, pero le faltó ese punto de valentía y garra.
Sin desmerecer todo el trabajo técnico que hay detrás de cámaras y de las actuaciones de los protagonistas, mi valoración final quedaría en un 6,5/10