‘Nomadland’ de la directora Chloé Zhao ha arrasado en los grandes premios de la industria y se postula como favorita para los Óscar
Miguel Á. Rite
Una protagonista sin hogar al que volver, un vehículo destartalado y los extensos páramos del centro de los Estados Unidos. Estos son tres clichés del género de las road movies. Y también lo son para cientos de personas estadounidenses que desde hace años viven como nómadas. Esta es la historia que trata Jessica Bruder en su libro ‘Nomadland’. Y es la historia que la directora Chloé Zhao (‘The Rider’) nos ha traído a la gran pantalla. No es de extrañar que se postule como una de las favoritas para ganar las categorías estrella de los Óscar ya que lo ha logrado en más de una decena de premios como los Globos de Oro, BAFTA o el Festival de Venecia.
La cinta cuenta la historia de Fern (maravillosa Frances McDormand). Una mujer de sesenta años que tras la muerte de su marido y la recesión económica que ha convertido su localidad minera en un pueblo fantasma se convierte en una nómada moderna. Con su vieja furgoneta vemos la travesía de Fern de un estado a otro, según la temporalidad de trabajos como las recogidas de cultivos o las Navidades en Amazon. Durante sus constantes viajes se encontrará con toda una comunidad de nómadas iguales, mayores pero sin posibilidad de sobrevivir en la sociedad moderna por lo escaso de sus pensiones. Será en esta nueva vida cuando Fern descubra la belleza de la naturaleza, el poder de las conexiones personales y la relación de estas con la vida humana.
LA CINTA SE CONVIERTE EN UNA SUERTE DE POEMA SENSORIAL
La historia nos hace acompañar a Fern durante un año de su vida, tal vez el año en el que hace sus mayores descubrimientos vitales. Comienza la y termina la historia sola, pero con la diferencia de que al terminar se siente parte de algo más. Una comunidad que valora su unión con la tierra y con las personas, incluso aunque las separe el tiempo y la distancia. Por lo general la historia narrativamente hablando no se adecua a lo que uno puede estar acostumbrado. No existe un nudo o desenlace como tal. Por ello a lo mejor es más valido considerar ‘Nomadland’ como una suerte de poema sensorial. Con sus extensas secuencias donde lo único que habla es la naturaleza y la banda sonora, integrando al espectador en ese viaje.
Y eso toca comentar ahora, la ambientación. Una película tan sensorial requiere especial cuidado en la dirección de fotografía y en su banda sonora. Y no solo tiene cuidado, sino que sobresale. De ello se encargan Ludovico Einaudi, compositor de ‘Intocable’ (2011) y la actual ‘El Padre’ (2020), y Joshua James Richards, director de fotografía que ya ha trabajado con Zhao. Ambos consiguen un efecto precioso. Grabar en el corazón del espectador los paisajes y atardeceres del oeste americano acompañados de una combinación de piano y violín para remarcar su belleza.
LOS ATARDECERES ACOMPAÑADOS DEL SONIDO DE LUDOVICO EINAUDI SE QUEDARÁN GRABADOS EN LA MEMORIA DE CUALQUIER ESPECTADOR
Por todo esto y por la fuerza de su guion y de sus personajes, los cuales dejan marca con sus intervenciones más profundas, tanto la futura directora de ‘Los Eternos’ de Marvel Studios como la actriz dos veces ganadora del Óscar se presentan como favoritas este año.