Al Bremen le espera un cierre de temporada agónico después de perder ante un rival directo, el Frankfurt
Yeray Sánchez
Bremen 0 – Frankfurt 3
Se vivió ayer un partido de alta tensión entre dos equipos que intentan salir del agujero del descenso. El Werder Bremen llegaba al choque a dos partidos de la salvación, mientras que el Frankfurt se podía meter en serios problemas si perdía el encuentro.
Empezó el enfrentamiento como era de esperar, con los dos equipos con más miedo a perder que ganas de ganar. Pese a que los dos equipos no se esforzaban demasiado por crear juego, era el visitante quien más proponía y quien más posesión tenía.
Salvo jugadas aisladas, el primer cuarto de hora se resume en dos equipos sin demasiado impulso ofensivo, haciendo faltas para evitar que el partido ganase ritmo.
La polémica vino antes de los 40 minutos. Una mano clara del zaguero visitante dentro del área hizo temer un penalti a favor del Bremen. La acción fue anulada por el vídeo arbitraje, debido a un fuera de juego al principio de la jugada.
Los primeros 45 sucumbieron con dos equipos imponiendo un fútbol muy físico con las ideas claras: al perder el balón, falta. Eso ocasionó piques y disputas entre jugadores que seguramente terminarían de estallar en la segunda mitad.
Segundo tiempo
La segunda parte comenzó un poco más tranquila que la primera, pero con ambos equipos continuando con ese juego físico.
En ésta mitad también tuvo trabajo el VAR. Un posible gol de Kohr tras una jugada de rebote hizo trabajar a los árbitros de sala. El tanto fue anulado en el campo por el asistente, y también por los colegiados del VAR.
El Werder Bremen se duerme
Prácticamente en la siguiente jugada al gol anulado, el Frankfurt volvió a marcar, ésta vez legalmente. Una internada de Kostic por la banda y un fuerte pero preciso centro a la cabeza de Silva hizo que el visitante se adelantase en el marcador. Tras el gol, el Bremen propuso cambios ofensivos para, al menos, intentar empatar la contienda.
En el minuto 68, un saque de banda con peligro del Werder Bremen, hizo que, en su esfuerzo por despejar el peligro, Martin Hinteregger chocase con su compañero Abraham, ocasionándole una herida en la nariz. Aún con la nariz magullada, continuó el partido sin aparentes problemas.
En el minuto 80, el recién incorporado Stefan Ilsanker, fue el encargado de dar a su equipo el segundo. Un córner al primer palo, peinado hacia el segundo que remataba a puerta vacía el centrocampista austríaco.
Una vez el Eintracht marcó el segundo gol, al Werder Bremen se le vio abatido, generando jugadas de ataque débiles y estériles, sin prácticamente ninguna opción de anotar.
A falta de un minuto para terminar el tiempo reglamentario, una falta perfectamente lanzada por De Guzmán hizo que, de nuevo, Ilsanker, anotara su segundo gol del partido y segundo, también, de la temporada, cerrando así un partido que le da casi por completo la salvación al equipo de Frankfurt.
0-3 pues para el Eintracht que ve como a falta de cinco jornadas, su salvación está prácticamente sellada. Por otro lado, el Bremen necesitará ganar la mayoría de sus encuentros, ya que, a excepción de los partidos contra el Bayern y el Wolfsburgo, el resto de rivales son directos, especialmente, el Paderborn y el Mainz 05.
Actuación arbitral en el Frankfurt – Bremen
Patrick Ittrich fue el trencilla asignado para dirigir el choque.
Amonestó a los locales Bartels y Veljkovic y al visitante Hinteregger.
Hubo VAR antes del minuto 40 de partido por una mano clara dentro del área del Eintracht. La jugada se resolvió señalando fuera de juego al inicio de ésta.
En el minuto 42, el Werder Bremen solicitó la segunda amarilla de Hinteregger por una entrada a la salida de un córner que bien podría haber sido cartulina.
Incluso con el resultado de 0-3, añadió 5 minutos de descuento debido, posiblemente, a la intervención del VAR y la atención médica que tuvo que recibir Hinteregger.
Pese a la cantidad de protestas de uno y otro equipo y alguna que otra jugada dudosa, la actuación arbitral fue cuanto menos correcta, señalando faltas muy habitualmente para evitar perder el control del partido.