El veto parental evidencia que la constitución solamente gusta en algunos partidos cuando se refiere a sus artículos más represivos.
Tony Da-Cunha
El artículo 27.2 de la Constitución dice que “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. Es obligación de las escuelas transmitir estos valores democráticos a los niños desde su infancia para que puedan convivir en la sociedad evitando prejuicios históricos. Prejuicios que se han visto recuperados en los últimos años por algunas formaciones políticas con iniciativas como este veto parental que se pretende incluir en las comunidades autónomas gobernadas por tripartitos de derechas.
Los de López Miras, han rebajado las expectativas puestas en este veto, ahora se podrá entender la falta de respuesta de los padres como una autorización para la actividad en cuestión. Una petición expresa de los padres que pocas veces había sido necesaria. En Madrid solamente se ha registrado una queja por estas actividades. El consejero de Educación defendió que “en Madrid no existe ese problema, no hay adoctrinamiento en las aulas”. En Murcia, desde el inicio de curso no se había registrado ni una sola queja de los padres por estas charlas así que, si atendemos a las palabras de Ossorio, tampoco existiría el problema.
Una forma de favorecer la educación machista
La exclusión de actividades contra la violencia de género también va en contra del Pacto de Estado contra la violencia de género. En él se acordó “Incluir en todas las etapas educativas la prevención de la violencia de género incluyendo además en los currículos escolares, los valores de la diversidad y la tolerancia”. También promover en los colegios “talleres y actividades formativas para la prevención de la violencia sexual”.
El partido de Abascal, se ha escudado en “libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos”. Una libertad que, podría amparar que el profesor de geografía no explicase que la tierra es redonda ya que los progenitores del niño son terraplanistas. También que en ciencias naturales no explicasen la importancia de las vacunas a los hijos de padres que se posicionasen en contra. En definitiva este veto es más ruido mediático, creado un problema que realmente no existe.