Tras varios proyectos en los que prometía ser ella misma, la estadounidense por fin suena cómoda en su último trabajo
Hilario Martínez
Experimentar con el sonido es algo que suele ser muy típico entre los artistas más jóvenes. Ya le pasó en su momento a Taylor Swift. Cuando Miley Cyrus se encuentra en Plastic Hearts, la teoría vuelve a cobrar sentido de nuevo. La estadounidense ha pasado por el pop masticable, el hip hop, el R&B, el country y, tras un debate interno y un año cargado de dificultades, se decanta por el punk rock más amable. Eso sí, su voz suena mejor que nunca. La operación de cuerdas vocales le dio un matiz resquebrajado que ha sabido aprovechar en este último trabajo.
Plastic Hearts es una propuesta que, de entrada, suena a los ochenta. Además, presenta dos partes bastante diferenciadas. En la primera, el rock ya mencionado se hace protagonista indiscutible. Una vez que se supera el ecuador, aparecen los tintes folk y country de su anterior trabajo. La fusión es perfecta y ha conseguido que temas que llevaban mucho tiempo guardados, empasten bien con nuevas composiciones. Hace unos meses afirmó que no quería sacar discos. Es decir, que era el momento de lanzar singles porque se sentía cómoda así. El tremendo éxito de Midnight Sky ha cambiado el rumbo y las intenciones de la artista. El resultado: Plastic Hearts.
Dolor y rabia
El segundo avance de este trabajo discográfico ha sido Prisoner, junto a Dua Lipa. Acompañada de un videoclip macarra, la canción ha conseguido retomar el éxito de su single predecesor. Es el corte en el que el pop está más latente, influencia quizá de la colaboradora. Si el motivo por el que das al play es la fusión rock, entonces WTF Do I Know, Plastic Hearts, Gimme What I Want y Night Crawling (en colaboración con Billy Idol) son tus temas. Si lo que buscas es el matiz country, lo serán High, Bad Karma (con Joan Jett) o Golden G String. Del resto de temas, destaca Angels Like You, que toma la voz más dulce de Cyrus para hablar de uno de los asuntos más crudos del álbum.
Plastic Hearts es un disco repleto de escozor enmascarado, indiferencia inestable y gritos de guerra que terminan por reconfortar al oyente. En un mundo de consumo rápido, pérdidas de ilusión y personas de mentira, es inevitable que nazcan corazones de plástico como coraza ante el daño indiscriminado. Cuando Miley Cyrus se encuentra en Plastic Hearts, la música se hace un poquito más realista ya que, aunque cueste asumirlo a veces, a todos nos ha cambiado alguna vez el dolor.