‘She-Huk’ entra fuerte dentro de la producción cinematográfica del todo el universo de Marvel como un soplo de aire fresco
She-Hulk nueva serie de la franquicia Disney se ha convertido en un epicentro de las críticas de la cuarta generación de Marvel. Aunque todas estas críticas se alejan mucho de ser críticas honestas sobre el producto audiovisual, sobre todo teniendo en cuenta que la serie ni siquiera se había terminado de emitirse cuando empezó la vorágine de notas que los “fans” hacían a los guionistas.
Lo que, enmascarado como unas críticas sobre la baja la calidad de la serie, parece más simplemente un cambio de formato Marvel. Una desviación formal que no ha pasado desapercibida y que ha molestado muchísimo a un perfil de espectadores con una evidente adicción a Twitter. Siendo claro y conciso, el intento de Marvel de acercarse al género femenino y ampliar su demografía, fastidia mucho ha la anterior demografía mayoritariamente masculina.
Esto era algo que ya se había dado en Marvel en anteriores ocasiones, desde la crítica a una escena en Infinity War, dónde se encontraban en escena todas las superheroínas —que hasta yo critiqué en su momento por el purplewashing— hasta la película de la viuda negra. Parece que el castigo de una película mediocre de Marvel desde una perspectiva masculina es el perdón, pero cuando hay una protagonista, entonces es una constante repudia.
Así, se habla de cómo se reacciona a las diferentes calidades de las obras artísticas, que, aunque en Marvel sean superproducciones basadas en una formula para optimizar el consumo siguen siendo cine en última instancia. La calidad es una noción interesante. La calidad es la herramienta con la que decidimos si algo es bueno o malo: la calidad de un amigo, de una pintura, del papel higiénico, etc. Pero, es sabido que cómo decimos lo que es bueno o malo muchas veces no tiene que ver con juicios objetivos.
Defendemos la calidad de las series a partir de si nos gusta o no. Evidentemente, podemos basarnos en más pelis para saber por comparación cuál transmite mejor el mensaje. Aunque mal mensaje — o lo que percibimos como mal mensaje— es lo que actualmente empeora cualquier obra.
Entonces, ¿cuál es el mensaje de She-Hulk? ¿Por qué no ha calado dentro de algunos sectores del fandom? Y ¿está justificada toda la horda de críticas?
El mensaje de She-Hulk está bastante claro —se hace mucho más evidente al final de la serie—: cambiar y diversificar las historias que Marvel puede contar. Quieren transmitir a su público que tener superhéroes dentro de las series o películas no significa que todas las historias vayan a tener la misma estructura.
Y esto ha molestado a los forofos que exigen los mismos chistes, las mismas tramas y los mismos personajes. Sobre todo, exigen la misma mirada masculina. La mirada masculina que para los que no conozcan el término, significa una forma en la que en los medios se representan e imaginan a las mujeres mediante estereotipos desde la madre santa, la femme fatale o la mujer que te hace terapia. Esta mirada suele poner a las mujeres siempre en un rol pasivo, pero a la vez sexualizado.
Sin embargo, en She-Hulk la mirada es completamente femenina. Jennifer —la versión humana de She-Hulk— desea, es ambiciosa y, también comete una serie de errores. Se convierte en un personaje tridimensional que en vez de ser sexualizado vive su sexualidad. Evidentemente este cambio de mirada es difícil para personas que están acostumbradas a que la mayoría del audiovisual se haga para algunos.
Finalmente, no haré spoilers de lo que sucede durante la serie, pero sí comentaré cómo se nota que la serie se esperaba esta reacción. Es más, la misma serie contestó a los críticos que ya no apostaban por ella. Lo que personalmente me parece de gran elegancia e impresionante inteligencia de cómo el producto iba a ser recibido. Así, este drama legal termina dando una lección a los mismos fans.