Los expertos apuntan que una amalgama de actividades puede provocar estrés y ansiedad en los niños
El papel que puede otorgar a Will Smith su primer Oscar -a la tercera va la vencida-, también es el personaje que más le ha costado interpretar en toda su carrera. No es de extrañar. La personalidad arrogante, egoísta y fuerte del progenitor de las tenistas Venus y Serena Williams no debe ser fácil de recrear.
En el Método Williams (2021) todo está planeado. Nada queda fuera de lugar, nada se sale del hilado mundo que ha creado Richard Williams para sus hijas. Este biopic, en el que las hermanas participan en su producción, es un claro ejemplo de hasta donde un padre puede velar por el bien -o lo que él cree que es el bien- de sus descendientes.
Un entrenamiento agotador, acompañado de los estudios, la música y todas aquellas actividades de Richard considera imprescindibles para sus hijas. Salió bien, pero podría haber sido una pesadilla. Catherine l’Ecuyer, autora de Educar en la realidad, explica en El País como sobrecargar a los hijos puede mermar su salud, provocándoles estrés y ansiedad.
El punto de cordura en la película e imagino que en la realidad, viene por parte de Oracene Price, la madre de las chicas. Ella es quién pone los pies en el suelo a Richard, consuela a Serena cuando solo permiten entrenar a Venus y enseña a sacar a las tenistas.
La personalidad perfeccionista y cabezota de Richard, el verdadero protagonista de la película, queda reflejado a la perfección. El amor por sus hijas aparece por descontado, pero sus acciones en ocasiones son demasiado sobreprotectoras y limitan la vida de las tenistas. Al final, para que Venus pueda jugar, hace falta la intervención del entrenador, la madre y el enfado de la joven jugadora.
El amor aparece por descontado, pero sus acciones sobreprotectoras limitan la vida de las tenistas
La película, divertida e intensa, muestra con detalle la vida de las dos estrellas del deporte. Aunque Richard termina saliendo vencedor en la película, no significa que llevar al límite a tus hijas sea una forma buena de educarlas. En el filme disfrazan a la vecina de en frente -quien llama a la Policía porque asegura que las niñas están explotadas- como una metomentodo y una exagerada. Sin embargo, la mano dura no puede ser un método educativo correcto para que las niñas no estén en la calle o no se droguen. El infalible método Williams, que muchos padres defienden, también lo declinan los psicólogos, quienes apuntan que los niños deben jugar y no sobrecargarse con actividades.