Luis Merlo, Natalia Millán, Juanan Lumbreras y Clara Sanchis se unen para protagonizar la nueva obra de teatro de Jordi Galcerán: ‘Un Dios Salvaje’.
Desde que la primera civilización surgió, allá por el 4100 a.C, el ser humano se ha planteado la realidad de su naturaleza. Aristóteles, Descartes, Platón, Santo Tomás de Aquino, Immanuel Kant, Thomas Hobbes, David Hume, Hannah Arendt… y una larga lista de pensadores y pensadoras que han dedicado sus vidas a cuestionar si “el hombre es un lobo para el hombre”. Si el lado salvaje prevalece a la humanidad que conllevamos… Si lo escondemos o si, simplemente, se ha esfumado a través de la evolución. Algo que el teatro, la música y el cine ha repetido también desde que comenzaron sus primeros pasos.
El Jordi Galcerán lleva a escena esa misma pregunta en su versión de ‘Un Dios Salvaje‘. Esta adaptación de la obra de la dramaturga francesa Yasmina Reza habla del conflicto de la vida, de la hipocresía entre el personaje y la persona y, por supuesto, del constructo más salvaje e irracional: el amor por los hijos.
Bajo unas actuaciones que se construyen sobre los silencios incómodos de las escenas, el elenco encarnará dilemas para que el público no pueda escoger y situar a la víctima y al verdugo. Luis Merlo, Natalia Millán, Juanan Lumbreras y Clara Sanchis se enfrentarán entre ellos para defender a sus sucesores y, por supuesto, para expresar todo el sufrimiento escondido entre sus palabras.
Una puesta en escena perfecta, con una disposición del espacio y de los elementos perfecta. Un ritmo que se aleja de lo común para atrapar durante 90 minutos de obra que, como menciono, se construye sobre silencios y conversaciones incómodas.
Dos niños, una pelea y cuatro padres
La historia, como comentaba, se vertebra a través de la discusión y pelea de dos muchachos preadolescentes. Son sus padres los que entablarán las conversaciones para lidiar con la situación. Lo que en un principio parece una forma cordial y tolerante de solucionar esta situación… acaba sacando a la luz los prejuicios y, precisamente las razones de los comportamientos de los niños. Todo sin que estén estos personajes sobre el escenario.
Problemas en las relaciones, trabajos exigentes moralmente cuestionables, afán por aparentar, clasismo excéntrico e intelectual… Todo ello a través de unos padres que van mostrando al paso de la charla su lado más salvaje hasta darse el placer de descontrolarse.
Una apuesta por un teatro dinámico y divertido que estará sobre los escenarios del Teatro Alcázar esta temporada de lunes a domingo.
